Dorothea Lange y Walker Evans dieron a conocer, a través de sus reportajes, la gravedad de la crisis por la que atravesaban los EE.UU. tras la Gran Depresión de 1929. El reportaje fotográfico se convirtió en testimonio documental de lo que ocurría, y sus trabajos en ejemplo de empatía con los desfavorecidos de una dura y larga crisis.